Wanchope, su fin como DT de Costa Rica

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Se fue Wanchope.

Desde su inicio como director técnico de la selección nacional de Costa Rica la polémica fue su principal acompañante (Ver: Wanchope, su reto como DT de Costa Rica). Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de obstáculos con los que debía lidiar, su presencia como entrenador del seleccionado costarricense era visible hacia el largo plazo.

Los federativos expresaban de manera constante el apoyo y confianza total a Paulo Cesar, a su proceso y a su trabajo; Wanchope ha demostrado ser una persona capaz y profesional, quien se preocupa por dirigir sus proyectos por buen camino y por ser persistente con lo que busca y desea. Así lo demostró al implementar modificaciones al planteamiento de la selección de Costa Rica y mantenerlos a pesar de que los resultados no lo acompañaban. Estas modificaciones hechas con relación al trabajo realizado por el antiguo DT de Costa Rica, Jorge Luis Pinto, nunca fueron del agradado de una gran cantidad de aficionados y de "periodistas" deportivos. Y es que Wanchope estaba casado con sus ideales, con su forma de juego y sus planteamientos tácticos.

Estas modificaciones, tanto a nivel táctico como de nómina, de cierta forma afectaron el rendimiento de La Sele durante el último año, y comparar el nivel de la presente selección con la que representó al país en Brasil 2014 resulta hasta doloroso para muchos costarricenses. No es la misma, se nota a leguas. El sistema defensivo que utilizaba la selección de Costa Rica con anterioridad nunca fue del agrado de Wanchope, quien se inclina por un fútbol con más presencia en el medio campo y más cercano al ataque; esto se confirma al ser una de las grandes modificaciones que realizó apenas iniciando su proceso como DT.

Wanchope cambió el sistema defensivo.

Y mientras esto pasaba la mayoría de los comentaristas deportivos costarricenses no lo podían soportar, era imposible para ellos saber que el trabajo de su idolatrado Profe Pinto se estaba diluyendo poco a poco. Mucho menos pensar que la nómina o la plantilla de la selección se iba a ver modificada con la salida de jugadores "veteranos" o "importantes" y el ingreso de nuevas figuras. Tal vez se imaginaban que se iba a mantener todo igual, que los 23 mundialistas de Brasil también iban a participar en Rusia. ¡Que difícil superar el pasado!, mas si el pasado supo a GLORIA.

Las criticas le llovían a Chope, y la afición se encontraba dividida. Una gran parte lo odiaba, no lo quería en ese puesto, para ellos no se encontraba al "nivel" de un señor como Jorge Luis Pinto, a quién "Wanchope traicionó por la espalda", quien "es un genio", "un maestro", y el "único" artífice del éxito costarricense en el mundial del 2014, para quienes por cierto, nunca debió de irse del país.

Otro sector de la afición lo acompañaba, lo apoyaba, lo respetaba como persona, como futbolísta y como entrenador. Era más comprensivo, entiende que los inicios de procesos tienden a ser complicados; que las modificaciones tardan un poco en ser comprendidas por los jugadores y adaptadas a los distintos sistemas de juego. Le tenían fe, le tenían paciencia.

La presión, el factor clave.

El ambiente nunca fue agradable para Wanchope, sin embargo en las últimas semanas se mantuvo más tenso que nunca. Cualquier decisión tomada por esta persona generaba todo tipo de críticas y opiniones para propios y extraños. El planteamiento del equipo en momentos clave, las sustituciones que realizaba en los compromisos, las convocatorias (a partidos amistosos y de fogueo), hasta la pasividad que mostró luego del encuentro contra México por los cuartos de final de la Copa Oro 2015, en el que su equipo salió derrotado de una manera muy cuestionada, gracias a la intervención de los árbitros (Ver: Copa Oro 2015, el Gran Fraude).

Igualmente, de haber reclamado hasta con megáfono en mano la historia no se iba a modificar, sería de ilusos creer que por medio de un reclamo caluroso de un entrenador al final de un partido se vaya a repetir un encuentro, a cambiar una decisión tan importante, a modificar calendarios, etc, mucho menos si hablamos de la Copa Oro y de la CONCACAF. Es difícil comprender lo que esperaba la

afición, porque de haber reclamado de manera enérgica aquella noche, los titulares del día siguiente igual habrían sido negativos para Chope, criticando su presunta bajeza y falta de educación.

Su imagen como DT estaba desgastada, completamente deteriorada. Su relación con la prensa y la afición se encontraba maltrecha, agitada, a punto de estallar. El éxito de Brasil 2014 tal vez tuvo un poco de culpa, aunado a la forma en como llego a ser el líder del cuerpo técnico de la selección. El tiempo pasaba y los resultados no eran agradables, Costa Rica atravesó una caída libre en el ránking de la FIFA, y no ha conseguido victorias en lo que va del 2015. La situación es crítica para Wanchope, solo un buen inicio en la eliminatoria podría rescatarlo.

Pero estalló la bomba.

Impulsos, benditos impulsos humanos. Wanchope, ese técnico que demostró elegancia en las ruedas de prensa de la Copa Oro 2015, ese icono que no se salía de sus casillas, poco a poco fue mostrando que la presión que sufría en su trabajo era muy fuerte, difícil de soportar cuando se es un ser humano igual que cualquier otro. Chope tuvo un encontronazo con un  pequeño  guarda de seguridad en Panamá durante un juego del preólimpico (Sub-23) y eso valió para que perdiera su puesto.

Posiblemente la Federación lo hubiera mantenido, ya que el aprecio y admiración hacia Wanchope es compartido por muchos. Sin embargo, él toma la decisión de abandonar el barco, porque sabe que de mantenerse en el puesto la situación sería mucho más grave, para su persona y para la selección en general.

Acertada decisión, dolorosa pero acertada. Nuevos aires se aproximan para La Sele, con la fe de que esas brisas traigan la suficiente fuerza para cargar con las ilusiones de todo un país de llegar de nuevo a una cita mundialista, a competir y no únicamente a participar. Probablemente Wanchope no desaparezca del todo, su conocimiento y ánimo de colaboración lo mantendrán atado a la Federación y al fútbol costarricense de manera activa. Pero la sensación para él ahora puede ser distinta, incluso

hasta agradable, después de todo se quita de encima un peso que podría ser insoportable para muchos, y que posiblemente afectaba su situación emocional y familiar.

Éxitos para Wanchope en su futuro, tal vez este no era el momento para dirigir a la mayor costarricense. Éxitos para la selección de Costa Rica, que llenó de ilusión a tantas personas en tantos países con sus hazañas del 2014. Éxitos para el nuevo entrenador, del cual se espera mucho, pero que sin duda encontrará un ambiente apaciguado, una crítica más comprensiva y el apoyo de un sector significativo de la afición. Se habla de Óscar Ramírez, uno de los técnicos más exitosos del fútbol criollo. Sólo el tiempo lo dirá, pronto tendremos la respuesta.

MCS. 2015

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