El uno, dos y tres. Copa Oro 2015: El Gran Fraude

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Copa Oro, bendita Copa Oro. Desde sus inicios ha estado rodeada de polémica e inconformidades, iniciando con que se realiza únicamente en tierras norteamericanas, dígase Canadá, Estados Unidos o México; y continuando porque muy sutilmente estos equipos, principalmente USA y México se ven beneficiados por la organización y el arbitraje. Razones para que la competición se desarrolle en Norteamérica sobran, inicialmente las económicas, en otra ocasión se hablará sobre esto. Igualmente esta confederación, la CONCACAF, tal vez se abusa un poco de estas razones (económicas), y organiza el torneo cada dos años, cuando la mayoría de las confederaciones realizan su competición cada cuatro. Lo que refleja en parte el gran interés económico que se genera con el torneo.

Logo Copa Oro 2015
Tomado de: crónica.cr
Hablemos sobre la edición de la Copa Oro 2015.
Este torneo ha sido una pena, incluso antes de que empezara. La CONCACAF, decide no realizar un sorteo aleatorio para definir los grupos, colocando los equipos "al dedo"; esto resulta teóricamente muy conveniente para un equipo como México, quien se enfrentaría a las selecciones nacionales de Cuba, Guatemala y Trinidad y Tobago, rivales que lucían débiles en el papel, asegurando así la clasificación de México como primero de su grupo (sin embargo en la cancha la historia fue distinta).

México avanzó a cuartos de final como segundo de su grupo, superado por Trinidad y Tobago. Su rival de turno sería ahora Costa Rica, quien en el pasado mundial del 2014 fue la sorpresa, y se encontraba entre los favoritos para llevarse esta copa a casa. El encuentro fue disputado, Costa Rica realizó un buen trabajo con su bloque defensivo, y su parte delantera sufrió mucho desgaste durante gran parte del juego, lo que generó que México tuviera el control del mismo mientras más avanzaban los minutos. Hasta el minuto 90 se mantuvo la igualdad en el marcador, no así en las acciones del juego, que se vieron dominadas en su mayoría por los mexicanos. Pero el marcador seguía igual 0-0, y lo que importa en el fútbol son las acciones concretadas y no las desperdiciadas; este deporte no es de merecimientos sino de goles. El juego se alargó hasta los tiempos extra, y fue donde aparecieron las mejores fichas del seleccionado mexicano: los árbitros. (Ver: No me manchen la pelota, por favor)

Supuesto penal a Oribe Peralta
Tomado de: futboltotal.com.mx
Al minuto 113, Oribe Peralta le comete una falta gravísima al joven futbolista costarricense Elías Aguilar, y solo recibió una tarjeta amarilla por parte del réferi guatemalteco, Walter López. Solo 9 minutos después, al 122, el asistente Eric Boria, estadounidense, marca un penalti inexistente, "cometido" al mismo Peralta, quien debió ser expulsado poco antes. Andrés Guardado, se encargó de cobrar el penal, y consecuentemente de anotarlo. Con esto, México clasificó a las semifinales de la Copa Oro 2015, con una sutil manita del línea. Un balde de agua fría para Wanchope y sus muchachos. Pudo ser la suerte, pudo ser un error.

En semifinales el rival a vencer para los mexicanos sería Panamá, un equipo fuerte y aguerrido. En el inicio del juego, el réferi Mark Geiger, estadounidense también, le perdona la tarjeta roja al jugador Carlos Vela, por un codazo malicioso al estómago de un jugador panameño. Sin embargo, al minuto 24 no tuvo la misma benevolencia con Tejada, delantero panameño y lo expulsó, justamente por agredir a un contrario. Curioso. Panamá, se puso al frente en el marcador a punta de gallardía y coraje, al minuto 56, con un gol de su capitán, Torres. En este momento se empezó a derribar todo para la selección de México, que futbolísticamente lucía muy mal; del mismo modo, los planes malévolos de algunos agentes externos al juego, también empezaron a derrumbarse.

Torres celebra su gol
Tomado de: tvn-2.com
Es entonces donde aparecen los héroes ¿no?
Ese panorama es especial para los jugadores con hambre de triunfo: su equipo va perdiendo, todo el estadio lo apoya, quedan pocos minutos y el rival tiene uno menos; apenas para entrar al campo y despertar a los compañeros, buscar el gol de la victoria y terminar siendo los héroes. Y si, fue en ese momento, rondando el minuto 90, donde las mejores fichas del equipo mexicano salieron a dar la cara, los héroes del torneo: Los árbitros, Mark Geiger en este caso. El estadounidense se saca una jugada mágica de su bolsillo, otro penal en los últimos minutos, la misma receta, con una nueva víctima; los panameños intentaron salir del juego y abandonarlo, como forma de sentar un precedente con su protesta, sin embargo, las sanciones posteriores podían ser muy graves, así que deciden continuar en el juego, aunque doliera tanto. Esto ya es un error, ya no es suerte.

Y fue Andrés Guardado el que anoto desde los once pasos, consiguiendo llevar el juego a los tiempos extra. Un poco extraña la historia ¿no?, pero todavía falta un poco más: otro penal que no era, otra obra maestra de las estrellas que acompañaron a la selección mexicana en esta copa. Y una vez más, el hombre que apunta a ser el goleador del torneo a punta de penales (inexistentes), y el que cuenta con todo el apoyo de la organización para ser "el mejor jugador" del torneo, volvió a marcar, Andrés Guardado. La mandó a guardar al fondo de las redes, del mismo modo que mandó a guardar cualquier intento de deportivismo, de lucha, esfuerzo y sacrificio que solo el equipo panameño había demostrado en el juego; al mismo tiempo que esas fuerzas externas sometían al fútbol real a su punto más bajo, poniendo por encima quien sabe cuantos millones, quien sabe cuantos intereses, quien sabe cuantas otras historias.

Guardado celebra su gol de penal ante Costa Rica
Tomado de: milenio.com
Pero, ¿porqué México?, ¿Porqué no favorecer a cualquier otra selección? ¿Porqué no agradecer y disfrutar el progreso futbolístico de otras naciones?

Vamos al grano. ¿Cuál es el uno, dos y tres?
Tres grandes razones para que México sea el elegido para ganar esta copa.

Uno: Taquillas.
México llena estadios, en cualquier localidad de la unión americana, e incluso en otros continentes. Gente con sangre mexicana se encuentra esparcida por todo ese país, de costa a costa, de frontera a frontera, y la organización lo sabe. Tres, cuatro, cinco millones de dólares en taquilla por cada encuentro donde estén presentes, así que si México no llega a la final, sería una lástima ¿cierto?. Panamá no llenaría los estadios,  Costa Rica tampoco, menos Jamaica o Trinidad y Tobago. El interés económico dicta que México debe jugar la mayor cantidad de partidos posibles en esas tierras, para así poder captar muchos millones de dólares en poco tiempo. Y el mexicano paga, asiste, sigue a su selección donde sea que vaya, porque donde sea que vaya la selección, hay mexicanos. Patriotas, amantes de su tierra y su país, no está mal. Lo que está mal es que los organizadores se basen en esto para desarrollar un torneo de fútbol, cuyo interés inicial no es el fútbol, sino el dinero; porque si fuera por fútbol la selección mexicana no hubiera avanzado ni siquiera de los cuartos de final.

Dos: Repechaje vs Estados Unidos.
Como se dijo al principio del artículo, la CONCACAF realiza este torneo, cada dos años, cuando lo normal es que se realice cada cuatro años. Se supone que el ganador de cada torneo en cada una de las confederaciones del orbe se gana el derecho de asistir a la Copa Confederaciones, misma que se realiza cada cuatro años también.
¿Pero que pasa cuando se tienen dos campeones distintos?
Bueno, muy fácil: Más dinero. La CONCACAF decide que será muy interesante que cada campeón se gane un puesto a un GRAN repechaje (inventado y sin precedentes). Dos juegos entre los campeones de las dos ediciones de la Copa Oro, con tal de definir al único campeón de la Confederación. ¿No les parece un poquito abusivo? Pues lo es, un exceso de partidos, un exceso de torneos, para al final decidir un solo campeón. Y de nuevo es el dinero la respuesta a todas las preguntas. Imaginemos un repechaje soñado entre Estados Unidos (que ya se encuentra sembrado por ganar en el 2013) y México: estadio lleno en USA y estadio lleno en tierras aztecas.
Y si a México le cuesta ser el campeón de esta edición, pues se le ayuda, ¿Cómo la CONCACAF va a dejar de percibir tanto dinero? Es impensable para ellos.

Afición mexicana
Tomado de: espndeportes.com
Tres: Copa Confederaciones + Derechos de Transmisión = Más Dinero.
Los ingresos que genera la transmisión de los partidos de la selección mexicana son abrumadores, en comparación con los que podría generar una selección caribeña o centroamericana. Patrocinios, pautas comerciales y todo lo que envuelve la transmisión de un partido internacional de clase A, en el que se encuentre México, tanto en el mismo país, como en los Estados Unidos y algunos otros lugares del continente, de nuevo lo que importa es el dinero. Como se dijo en otra entrada (aquí), no está mal que el fútbol genere tantos ingresos, pero hay un límite. No se vale que lo principal sea la plata, y se deje el fútbol de lado, todos queremos ver fútbol, fútbol real, no fútbol arreglado.
  
Pero, ¿Quién es el autor de la obra?
Uno se pregunta si será posible que detrás de este hermoso deporte existan personas que piensen en mancharlo, en manipularlo, que quieran destruir su esencia. Dan ganas de pensar que fue cuestión de suerte todo lo que ha sucedido en esta Copa Oro, que el árbitro tuvo una mala noche, que se dejó llevar por una mala impresión o apreciación de las jugadas. Esto para seguir teniendo esperanzas en el fútbol, y en la humanidad. Pero sería muy inocente pensar así.

Tomado de: cronista.com
Pero, ¿entonces quién? ¿La misma CONCACAF? Tal vez algunos dirigentes buscando enriquecerse, escondidos detrás de los aficionados que se desviven por el fútbol; o bien,  alguna fuerza externa, ajena a la organización, pero muy poderosa. Tal vez esa fuerza súper poderosa esté relacionada con los derechos de transmisión de los encuentros, tal vez sea una empresa que se dedique a transmitir los partidos, o que compre y revenda los derechos, tal vez ha invertido mucho dinero en comprar derechos por adelantado (para la Copa Confederaciones, por ejemplo), y una eliminación tan temprana de México signifique una pérdida de dinero muy temprana también. Tal vez se relacione con las apuestas deportiva. Tal vez sea todo junto.

Tal vez, tal vez, tal vez.
No lo sabemos, nadie lo sabe. Solo ellos, los que se burlan de nosotros, de los que vivimos el fútbol por amor. De la afición costarricense que estuvo en vilo hasta el último minuto del juego, y desvaneció sus esperanzas luego de un penal regalado. O de la panameña, que vio como su equipo luchó con coraje durante todo el partido, con un jugador menos y arriba en el marcador. Solo los que se burlan de nosotros. Solo ellos, lo que  más ganan con todo esto, aunque no sientan el mismo amor por el fútbol.
No queda más que tener fe, de que estas situaciones hagan a la CONCACAF y a la misma FIFA,  tocar fondo, el arresto de algunos dirigentes, muchos de ellos pertenecientes a esta Confederación, es un buen inicio.



Quizás este sea el amanecer de una nueva era en el fútbol, nuevos dirigentes, uso de la tecnología, no más corrupción, no más partidos arreglados.
Eso esperamos los que amamos el fútbol y los que de verdad sentimos que la vida:
¡En la cancha es otra cosa!


MCS 2015.
Pensar, escribir, difundir.


1 comentario:

  1. Despues dicen que mexico es el mejor del mundo.
    Par de presumidos les compran sus partidos para que ganen y digan mierda de los demas equipos

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