El 25 de agosto se llevó a cabo el encuentro clasificatorio a la Fase de Grupos de la UEFA Champions League entre el AS Mónaco y el Valencia FC. En el juego de ida el Valencia FC había superado al equipo del principado tres goles por uno; llegando a la vuelta con una ventaja nada despreciable. Este enfrentamiento ha sido de los más cerrados y emocionantes de la previa de la Champions, finalizando con un marcador global de 4-3 a favor del Valencia FC.
(¿Quieres más goles? Ver: Hablando de golazos)

Uno estos siete goles es digno de destacar, hablamos del gol anotado por Alvaro Negredo apenas a los 4 minutos de juego. Negredo se aprovechó de una mala salida por parte de la defensiva del Mónaco y luego de colarse entre dos defensores, logró realizar un toquecito perfecto al balón, que justo se elevó por encima del arquero Subasic, que sin duda no la esperaba. El gol llegó apenas iniciando el encuentro, cuando hasta los aficionados estaban fríos, casi sin ángulo y de manera maravillosa, ingredientes que lo hacen ver como un gol realmente sorprendente.
(Ver: ¿El gol del año? Un maravilloso gol anotado por un portero)

Hermoso globito. Intento preciso y colocado. Cooperando con el Valencia FC y su deseo enorme de clasificar a la Champions; que luego de un juego muy complicado se hizo realidad. Por ahora para los españoles solo quedará esperar el sorteo del 27 de agosto, con la satisfacción de estar presentes en uno de los torneos más prestigiosos del mundo. Donde dicho sea de paso estarán presentes cinco equipos españoles por primera vez en la historia, demostrando que los equipos españoles se están convirtiendo en verdaderos contendientes de las competiciones europeas, y que la nueva temporada de La Liga, podría ser una de las más competitivas de los últimos años.
(Ver: ¿Premonición de una Liga Española muy disputada?)

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El FC Barcelona debió enfrentarse a dos grandes rivales en las pasadas Supercopas, tanto al Sevilla FC por la Supercopa de Europa, como al Athletic de Bilbao por la Supercopa de España.

El resultado de la Supercopa Europea fue muy apretado, luego de un encuentro vibrante y fascinante; un 5-4 que quedará para el recuerdo (Ver: Super Copa, la Super Final). Un partido difícil para el Barca, en el que no fueron capaces de aprovechar una ventaja de 3 goles sobre los sevillanos que parecía lapidaria. Una sorprendente remontada del Sevilla hizo que el juego se decidiera en el alargue, donde un gol de Pedro inclinó la balanza a favor del Barca. El resultado para los catalanes fue positivo, y hasta ese momento el sueño del sextete se mantenía intacto.

Tomado de: depor.pe

La Supercopa Española tuvo una connotación distinta. El rival a vencer en este caso sería el Athetic Club de Bilbao, mismo que vencieron en la última final de la Copa del Rey. El mundo entero está acostumbrado a ver ganar al Barcelona, que durante los últimos años se ha consolidado como uno de los planteles más importantes a nivel global. Sin embargo, el equipo que lucía como el más débil en el papel, pudo sobreponerse y superar al que para muchos es el mejor del mundo. 

Y es que derrotar al cuadro catalán no es tarea sencilla, pero tal vez si lo sea cuando se inicia con el pie derecho. A tan solo 13 minutos de haber iniciado el juego de ida, Mikel San José le regaló a los amantes del fútbol un Señor Golazo (Ver: Hablando de golazos). Una pelota enviada al centro del campo por el arquero alemán Ter Stegen, quién adelantó un poco su posición al mejor estilo de Manuel Neuer y despejó la pelota de cabeza, tuvo la suerte de encontrarse con los pies del jugador nacido en Navarra, quien lo pensó poco para mandar un trallazo desde el centro del campo y sorprender a miles de espectadores. Trece minutos de juego y la pesadilla apenas iniciaba para el Barca; misma que en el segundo tiempo fue más intensa, justo cuando los Leones de Bilbao lograron clavar tres goles más en el arco catalán, 4-0 el resultado final. El Bilbao se quedó con la Supercopa Española, luego de empatar en el Camp Nou por el juego de vuelta 1-1; y superar a los culés 5-1 en el global.

Adiós al sextete.

Esa magnífica oportunidad que tenía el Barcelona de ganarlo todo en un año calendario, y que pocas veces es posible y alcanzable para cualquier equipo del mundo, se esfumó. De las seis posible copas a levantar en este año, el Barca llegó a cuatro. Pendiente quedó la Supercopa Española, mientras a la espera se mantiene el Mundial de Clubes. 

Sin embargo, el no alcanzar el sextete no debe ser lo analizable para los catalanes, acostumbrados a disputar la liga española únicamente contra el Real Madrid, y el Atlético de Madrid, de vez en cuando. Pues debe saber que para esta nueva temporada que apenas se asoma, los rivales serios serán un poco más; aunque a lo largo de la temporada puedan ocurrir muchas cosas, el Sevilla y el Athetic Club levantan la mano para ser tomados en cuenta dentro de esa selecta lista de campeones potenciales. (Ver: Negredo y su Señor Golazo)

Real Madrid, Atlético de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Athetic Club, vislumbran una disputadísima temporada futbolística en España, misma que desde hace 15 años ha visto coronarse al Barcelona en 7 ocasiones, al Real Madrid en 5 (la última en el 2011-2012), al Valencia en 2 (la última en el 2003-2004), y al Atlético de Madrid en una ocasión (2013-2014). 

Para poder observar un equipo no tradicional campeonizar en España habría que volver a la temporada 1999-2000, donde el ganador fue el Super Depor, el Deportivo La Coruña; y antes de este la Real Sociedad en la temporada 1981-1982. La hegemonía de los equipos tradicionales es notable, es más parecido a una historia donde solo los dos más grandes tienen aparición, sin embargo, si las Supercopas funcionan como preámbulo o abre-bocas, esta temporada en España no será fácil para el Barca ni para el Madrid. El Sevilla FC y el Athetic Club serán rivales serios.

Ojalá así lo sea, y esta competitividad genere un mayor espectáculo en La Liga, que ya de por sí es de las más espectaculares del mundo. Una gran temporada se acerca, y los grandes ganadores seremos nosotros, los amantes del buen fútbol.

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Empecemos con el gol de Mikel San José del Athletic de Bilbao, en el juego de ida por la Supercopa Española contra el FC Barcelona el 14 de agosto. Ter Stegen intentó rechazar la pelota, al mejor estilo de Manuel Neuer, sin embargo el balón quedó bajo el poder de un contrario, quién sin pensarlo dos veces se atrevió a hacer lo que muy pocos jugadores se atreven. Realizó un disparo desde la mitad de la cancha que sorprendió al mundo entero. El resultado de su intento: Uno de los goles más espectaculares del año; además de desquebrajar el ánimo de los jugadores culés, quienes no pararon de verse sorprendidos con la actuación del equipo vasco durante todo el encuentro. (Ver: ¿Premonición de una Liga Española muy competitiva?)

Continuando con los golazos, el siguiente es aún más espectacular. Llegó por obra de Carsten Kammlott, desconocido para muchos; este jugador milita en el FC Rot-Weiß Erfurt de la tercera división alemana. En el encuentro frente al Dynamo de Dresde, el 13 de agosto pasado, este jugador alemán de 25 años hizo una genialidad. Un golazo al estilo "escorpión", un truco de fantasía de esos que guardaba René Higuita en su bolsillo de habilidades, y que ponía mucho en práctica durante sus mejores momentos en los años 90. Carsten Kammlot anotó de esta forma y fue sorprendente. (Ver: Negredo y su Señor Golazo)

Pero dentro de este pequeño recuento falta uno más. Este se dio en el continente americano, específicamente en la liga estadounidense, la MLS. El creador de esta maravilla de gol fue el veterano jugador africano Obafemi Martins, "veterano", pues apenas tiene treinta años, y el hombre no se cansa de anotar. Los golazos han acompañado la carrera de este jugador nigeriano, y sin duda, sus pies aún tienen mucha magia para compartir sus creaciones con el mundo. La defensa rival partida, el arquero rendido en el suelo, un globito majestuoso, un toque de maestro. Mejor dejen que sus ojos se alimenten con esta maravilla de gol, si ya lo vieron, les recomiendo que lo vean de nuevo, es una de esas joyas que vale la pena mirar dos veces. (Ver: No me manchen la pelota, por favor)

Hay competencia señores, el premio Puskas al mejor gol del año está peleado. Esperemos que el ganador sea realmente una obra de arte, que nos llene los ojos y nos invite a admirarlo una y otra vez.

Que viva el fútbol mis amigos. Y a disfrutar de la pelota.

¿Porqué?

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Se fue Wanchope.

Desde su inicio como director técnico de la selección nacional de Costa Rica la polémica fue su principal acompañante (Ver: Wanchope, su reto como DT de Costa Rica). Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de obstáculos con los que debía lidiar, su presencia como entrenador del seleccionado costarricense era visible hacia el largo plazo.

Los federativos expresaban de manera constante el apoyo y confianza total a Paulo Cesar, a su proceso y a su trabajo; Wanchope ha demostrado ser una persona capaz y profesional, quien se preocupa por dirigir sus proyectos por buen camino y por ser persistente con lo que busca y desea. Así lo demostró al implementar modificaciones al planteamiento de la selección de Costa Rica y mantenerlos a pesar de que los resultados no lo acompañaban. Estas modificaciones hechas con relación al trabajo realizado por el antiguo DT de Costa Rica, Jorge Luis Pinto, nunca fueron del agradado de una gran cantidad de aficionados y de "periodistas" deportivos. Y es que Wanchope estaba casado con sus ideales, con su forma de juego y sus planteamientos tácticos.

Estas modificaciones, tanto a nivel táctico como de nómina, de cierta forma afectaron el rendimiento de La Sele durante el último año, y comparar el nivel de la presente selección con la que representó al país en Brasil 2014 resulta hasta doloroso para muchos costarricenses. No es la misma, se nota a leguas. El sistema defensivo que utilizaba la selección de Costa Rica con anterioridad nunca fue del agrado de Wanchope, quien se inclina por un fútbol con más presencia en el medio campo y más cercano al ataque; esto se confirma al ser una de las grandes modificaciones que realizó apenas iniciando su proceso como DT.

Wanchope cambió el sistema defensivo.

Y mientras esto pasaba la mayoría de los comentaristas deportivos costarricenses no lo podían soportar, era imposible para ellos saber que el trabajo de su idolatrado Profe Pinto se estaba diluyendo poco a poco. Mucho menos pensar que la nómina o la plantilla de la selección se iba a ver modificada con la salida de jugadores "veteranos" o "importantes" y el ingreso de nuevas figuras. Tal vez se imaginaban que se iba a mantener todo igual, que los 23 mundialistas de Brasil también iban a participar en Rusia. ¡Que difícil superar el pasado!, mas si el pasado supo a GLORIA.

Las criticas le llovían a Chope, y la afición se encontraba dividida. Una gran parte lo odiaba, no lo quería en ese puesto, para ellos no se encontraba al "nivel" de un señor como Jorge Luis Pinto, a quién "Wanchope traicionó por la espalda", quien "es un genio", "un maestro", y el "único" artífice del éxito costarricense en el mundial del 2014, para quienes por cierto, nunca debió de irse del país.

Otro sector de la afición lo acompañaba, lo apoyaba, lo respetaba como persona, como futbolísta y como entrenador. Era más comprensivo, entiende que los inicios de procesos tienden a ser complicados; que las modificaciones tardan un poco en ser comprendidas por los jugadores y adaptadas a los distintos sistemas de juego. Le tenían fe, le tenían paciencia.

La presión, el factor clave.

El ambiente nunca fue agradable para Wanchope, sin embargo en las últimas semanas se mantuvo más tenso que nunca. Cualquier decisión tomada por esta persona generaba todo tipo de críticas y opiniones para propios y extraños. El planteamiento del equipo en momentos clave, las sustituciones que realizaba en los compromisos, las convocatorias (a partidos amistosos y de fogueo), hasta la pasividad que mostró luego del encuentro contra México por los cuartos de final de la Copa Oro 2015, en el que su equipo salió derrotado de una manera muy cuestionada, gracias a la intervención de los árbitros (Ver: Copa Oro 2015, el Gran Fraude).

Igualmente, de haber reclamado hasta con megáfono en mano la historia no se iba a modificar, sería de ilusos creer que por medio de un reclamo caluroso de un entrenador al final de un partido se vaya a repetir un encuentro, a cambiar una decisión tan importante, a modificar calendarios, etc, mucho menos si hablamos de la Copa Oro y de la CONCACAF. Es difícil comprender lo que esperaba la

afición, porque de haber reclamado de manera enérgica aquella noche, los titulares del día siguiente igual habrían sido negativos para Chope, criticando su presunta bajeza y falta de educación.

Su imagen como DT estaba desgastada, completamente deteriorada. Su relación con la prensa y la afición se encontraba maltrecha, agitada, a punto de estallar. El éxito de Brasil 2014 tal vez tuvo un poco de culpa, aunado a la forma en como llego a ser el líder del cuerpo técnico de la selección. El tiempo pasaba y los resultados no eran agradables, Costa Rica atravesó una caída libre en el ránking de la FIFA, y no ha conseguido victorias en lo que va del 2015. La situación es crítica para Wanchope, solo un buen inicio en la eliminatoria podría rescatarlo.

Pero estalló la bomba.

Impulsos, benditos impulsos humanos. Wanchope, ese técnico que demostró elegancia en las ruedas de prensa de la Copa Oro 2015, ese icono que no se salía de sus casillas, poco a poco fue mostrando que la presión que sufría en su trabajo era muy fuerte, difícil de soportar cuando se es un ser humano igual que cualquier otro. Chope tuvo un encontronazo con un  pequeño  guarda de seguridad en Panamá durante un juego del preólimpico (Sub-23) y eso valió para que perdiera su puesto.

Posiblemente la Federación lo hubiera mantenido, ya que el aprecio y admiración hacia Wanchope es compartido por muchos. Sin embargo, él toma la decisión de abandonar el barco, porque sabe que de mantenerse en el puesto la situación sería mucho más grave, para su persona y para la selección en general.

Acertada decisión, dolorosa pero acertada. Nuevos aires se aproximan para La Sele, con la fe de que esas brisas traigan la suficiente fuerza para cargar con las ilusiones de todo un país de llegar de nuevo a una cita mundialista, a competir y no únicamente a participar. Probablemente Wanchope no desaparezca del todo, su conocimiento y ánimo de colaboración lo mantendrán atado a la Federación y al fútbol costarricense de manera activa. Pero la sensación para él ahora puede ser distinta, incluso

hasta agradable, después de todo se quita de encima un peso que podría ser insoportable para muchos, y que posiblemente afectaba su situación emocional y familiar.

Éxitos para Wanchope en su futuro, tal vez este no era el momento para dirigir a la mayor costarricense. Éxitos para la selección de Costa Rica, que llenó de ilusión a tantas personas en tantos países con sus hazañas del 2014. Éxitos para el nuevo entrenador, del cual se espera mucho, pero que sin duda encontrará un ambiente apaciguado, una crítica más comprensiva y el apoyo de un sector significativo de la afición. Se habla de Óscar Ramírez, uno de los técnicos más exitosos del fútbol criollo. Sólo el tiempo lo dirá, pronto tendremos la respuesta.

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Goles, lo mágico del fútbol.

Goles hay de todas las formas, colores y sabores; miles de maneras de introducir la pelota en el marco, miles de maneras de generar esos momentos tan hermosos y llenar de júbilo las graderías, de llenarse el pecho y la garganta con un grito de GOL. Goles de tiro libre, de cabeza, después de una gran jugada individual, de penal, con la mano, autogoles, en fin. 

Sin embargo, hay un tipo de gol que nos vuelve locos a todos, que nos impresiona, que nos hace abrir los ojos de sobremanera y observar la jugada una y otra vez con mucha atención: Los goles de taquito o de taconazo. Impresionan, emocionan, encantan.  Y es que no son muy comunes, son como las piedras preciosas, escasas y repartidas por el mundo; representan lo bonito del fútbol, lo agradable, lo mágico, la fantasía.  (Ver: Hablando de golazos)

Si hablamos de goles en el último minuto la historia se pone mejor, esos goles cargados de emoción, que definen resultados sobre la hora. Es como si en los últimos minutos la caprichosa pelota se sintiera más atraída de colarse en los marcos, a veces por suerte, a veces con justificadas razones. Jugada tras jugada la pelota se acerca cada vez más al arco rival, mientras los segundos pasan y se reduce la vida de los noventa, la cancha se carga de energía y cada vez la atracción entre las redes y la redonda aumenta. Y al caer ese gol, el estadio revienta, el pecho se hincha y el grito de gol se expande como una inundación incontrolable; sea en un partido de primer nivel o sea en el juego del fin de semana con los amigos. Los goles en los últimos minutos ratifican que cada minuto cuenta y mientras el pitazo final no aparezca, cualquier cosa puede pasar. (Ver: Negredo y su Señor Golazo)

Los arqueros a veces sienten la tentación de irse al frente, de atacar al rival; tal vez quieren sentir lo que sienten sus compañeros delanteros cuando anotan un gol, tal vez quieren ser generadores de ese tipo de emociones en los aficionados y cambiar al menos un momento su rol en el juego, dejar de ser quien ahoga el grito de gol en innumerables ocasiones para ser quien las produce. Pocos porteros son goleadores en el mundo: Rogerio Ceni, José Luis Chilavert, René Higuita, Jorge Campos, entre los que destacan.

Pero, ¿qué pasa cuando estas tres situaciones se mezclan?

Un gol de taquito, en el último minuto, hecho por un portero. ¿Será posible? Pues sí! 

Y es lo sorprendente de esta historia. El pasado 11 de agosto, Martin Hansen, portero danés de 25 años, que milita en el ADO Den Haag se convirtió en protagonista al anotar uno de los goles más impresionantes de la historia del fútbol, al menos de los anotados por un arquero. El gol definió un luchadísimo empate entre el PSV Eindhoven y el ADO Den Haag por el inicio de la Liga Holandesa, la Eredivisie.

Este gol hay que enmarcarlo entre las páginas doradas del fútbol y recordar este día como un día maravilloso para su historia, ya que también fue el día en que se disputó la Super Copa de Europa, esa final soñada entre el FC Barcelona y el Sevilla FC.

¿Casualidad?

Será posible que Martin Hansen ¿sea capaz de hacer otro gol igual?. Es que la casualidad sin duda es parte primordial del fútbol, siempre está presente, llenando de éxito o de fracaso a sus víctimas. Sin embargo, esto no le quita mérito al arquero danés, lo que hizo fue un golazo, y las circunstancias que lo rodean terminan de confirmarlo. 

¡Grande caballero! 

Gracias por atreverse a intentarlo, gracias por regalarle al mundo del fútbol una de las mejores estampas de su historia.

MCS. 2015

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FC BARCELONA VS SEVILLA FC.

El juego por la Super Copa Europea 2015 disputado en Georgia el martes 11 de agosto, entre el FC Barcelona y el Sevilla FC fue un espectáculo. Un encuentro lleno de goles, de emociones y momentos vibrantes; lo que parecía ser un paseo rutinario para los culés, se convirtió en una disputadísima batalla que no permitió respirar con tranquilidad hasta el final de los 120 minutos. Mágico. Una final soñada, un espectáculo. 

RESEÑA
El encuentro fue emocionante de principio a fin. Sino que lo digan los aficionados sevillanos que se encontraban gritando gol a tan sólo tres minutos de haber empezado el cotejo, muchos ni siquiera se habían acomodado en sus asientos; un golazo de tiro libre por parte del argentino Éver Banega, que se convertía en una premonición de lo que sucedería poco después, ya que no sería la única joya producida desde la táctica fija, ni tampoco la única obra de arte generada desde los pies de un argentino.

Es que cuando Messi está en la cancha nadie más puede darse el lujo de sobresalir ¿cierto?. Y todos pudimos confirmarlo cuando cuatro minutos después la fiesta sevillana se veía sorprendida. Otra joya, solo que de Messi. Este caballero la coló entre las redes desde un tiro libro cercano al borde del área y el Dinamo-Arena estalló de júbilo. Que golazo. El Barca estaba de nuevo en el juego, y de qué manera. Al minuto 18, de nuevo Messi, esa pulga con esa zurda bendita y educada, rebosante de buena técnica y precisión, de nuevo la coló, y de nuevo de tiro libre. En esta ocasión la distancia era un poco mayor, sin embargo eso no fue limitante para el tan nombrado balón de oro, el hombre récord. (Ver: ¿Premonición de una Liga Española muy competitiva?)

Dos goles por uno a los 18 minutos, pero antes del final del primer tiempo, después de una jugada en que Luis Suárez parecía no aprovechar la gran ventaja que tenía, logra controlar el balón en el área y con un toque de maestro, o bien de cirujano, deja en ventaja a su joven compañero de equipo Rafael Alcántara, o Rafinha como mejor lo conocemos, quien anota el tercero para el Barcelona. Al descanso con ventaja, controlando la pelota y el partido, como siempre.

Un segundo tiempo sorpresivo.

Y la sorpresa no fue ver a los culés celebrar el cuarto gol, que por cierto llegó por consecuencia de una pésima salida del cuadro andaluz, muy bien aprovechada por Sergio Busquets y Luis Suárez, quien se encargo de mandarla a guardar en el arco de Beto, el arquero portugués, al minuto 52. Baile catalán, paseo culé; nada extraordinario, Barcelona dominando y goleando, todo dentro del libreto. Pero de pronto, el despertar sevillano aparece; luego de una juagadota de Vitolo, que partió desde su propio campo corriendo por toda la banda izquierda, logrando colocar un centro milagroso que capitalizó José Antonio Reyes a toda velocidad. Nerviosismo en el banquillo catalán. (Ver: Hablando de golazos)

El encuentro sigue disputado, con Sevilla dando la pelea y sin ganas de dejarse vencer por un poderoso Barcelona con la capacidad de arrollar a cualquier contrincante en cualquier escenario; y es al minuto 72 que Kevin Gameiro anota el tercero para el Sevilla, desde el punto de penal, luego de una falta provocada por Jérémy Mathieu. Cuatro a tres. Luis Enrique tragaba grueso. 

El Sevilla pisó el acelerador, y luego de una jugada complicadísima, Yevhen Konoplyanka, el ucraniano que ingresó al 66, anotaba el gol del empate. La afición sevillana no cabía de alegría. ¡Vaya remontada¡ Tomando en cuenta el rival y la importancia de la copa disputada.

El luego se alargó media hora más, y no fue sino hasta el minuto 115, que Pedro Rodríguez, el jugador canario que ingresó de cambio al 93, y quien no se encuentra muy a gusto en el equipo, anotó. Y al anotar este gol tan importante logró desahogar dentro de sí un sinnúmero de emociones y sentimientos, después de tantas limitaciones que ha debido enfrentar. Aún así el Sevilla no se vence y antes de que finalizara el encuentro tuvo dos opciones claras, que bien pudieron cambiar la historia de nuevo, pero no fueron aprovechadas. (Ver: Negredo y su Señor Golazo)

Finalizó el partido, CINCO a CUATRO. ¿Cuántas veces poder decir esto en una final?. Que gran encuentro, que gusto poder disfrutarlo, verlo y admirarlo. Una afición andaluza que debe sentirse orgullosa por el Sevilla FC, y una afición catalana que sabe que ese equipo culé es históricamente grande, mientras la ilusión del SEXTETE sigue intacta. Luis Enrique reconoce el esfuerzo de su rival y la dificultad del encuentro recién terminado, cuando se acerca su colega Unai Emery y le menciona una curiosa palabra... "JODER". 

MCS 2015.

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